Los productos de temporada

Comprar y comer productos de temporada es una de las claves del reaprovechamiento. Comer productos de temporada es bueno para todo: para tu salud, tu bolsillo y el medio ambiente. Además de ayudar a reducir las emisiones de CO2 y apoyar la sostenibilidad de la tierra, consumes productos que han sido recogidos en su punto óptimo de maduración a un precio justo y que favorece la economía local.

Cuando compras alimentos de temporada te aseguras la frescura de esos alimentos y ¡a mayor frescura, mayor valor nutricional y sabor!

Además, los nutrientes de los alimentos de temporada son los que necesita nuestro cuerpo en cada estación. Por ejemplo, los alimentos de verano son ricos en carotenos, tienen un alto contenido acuoso, así como de diversos minerales, lo que es ideal para el cuidado de nuestra piel contra el daño solar y para favorecer la hidratación. Sin embargo, durante el invierno, las frutas y verduras son ricas en vitamina C y los pescados de esta estación contienen más vitamina D. Esto compensa la falta de exposición al sol y refuerza nuestras defensas durante la estación más fría, cuando los resfriados están más presentes.

¿Más ventajas? también son alimentos más económicos. Comiendo productos de temporada evita transportes y almacenamiento que encarecen su valor en el mercado. Y… siguiendo este punto, además, son más sostenibles. La huella de carbono de los productos de temporada también es menor, ya que las distancias y los métodos de transporte utilizados son diferentes a los de los productos fuera de temporada.

¿Te hemos convencido? Seguro que sí.